En Septiembre 2001 (unos días antes de los ataques del 11/9) tuve que ir en viaje de trabajo a Francia. Normalmente no se me ocurre pedir la comprensión de los demás por tal tipo de viaje, pero este pasó solo tres meses después de que mi esposa y yo volviéramos de China de adoptar nuestra primera hija. Me sentí lleno de culpabilidad durante diez días, aún sabiendo lo importante que era el viaje. Inclusó me gasté bastante dinero para volver a casa un día antes, algo que si lo pienso ahora, me parece irracional, pero lo hice sin siquiera pensarlo. 

Una noche en Lyon mientras cenaba, le pregunté a un compañero más mayor que había viajado mucho por Europa, que cómo se sentía viajando tanto cuando sus hijos eran pequeños. Su respuesta se me quedó grabada: "La culpa paternal es algo de tu generación, no de la mía." Me dijo que pensaba que los padres de mi generación lo tenían mucho más duro porque tenían que conciliar la vida laboral y la familiar, mientras que para los de su generación, el trabajo siempre era prioritario.

Sé que la mía no es la primera generación de padres que han de buscar un equilibrio entre el trabajo y la familia, pero parece que hay un cambio. Hablo con un montón de padres que cancelan viajes de negocios importantes porque piensan que deben estar en casa con sus familias (y sin contar con los viajes para ir de pesca, las reuniones de antiguos alumnos y los fines de semana con los amigos). Es posible que sea algo bueno y la mayoría de nosotros cancelaríamos esos viajes, no porque pensemos que nuestras familias lo esperan sino porque nos gustaría pasar más tiempo con la familia.

No estoy pidiendo demasiada comprensión para los padres. Sé que las madres, sobretodo las monoparentales, se enfrentan a estos problemas también. También sé que otras generaciones pasadas de padres no eran como este compañero mío. Pero de todos modos, digo que los papeles de los padres están cambiando y que, en algunos casos, hay nuevas presiones para los padres que quieren ser las dos cosas, grandes padres y exitosos en sus carreras.

Para mi, significa intentar hacerlo lo mejor que puedo para combinar las dos cosas. He tenido que volver a Francia este verano pasado y esta vez, en lugar de irme solo, me he llevado a mi familia conmigo. No podemos hacerlo cada vez que viaje, pero ha merecido la pena el haber ahorrado para lograrlo. Trabajaba por el día y explorába París por la tarde y los fines de semana con mi mujer y mis hijas, comíamos crepes, subíamos en carrousels, y desayunábamos chocolate con croissants cada mañana en "nuestro" café. Si esto es la conciliación de la vida laboral y familiar, me puedo acostumbrar facilmente.

Así que en este día del padre, celebremos a una generación de padres se han comprometido a asumir el reto de ser exitoso profesional y padre activo. Feliz día del padre!

Michael Neiberg es profesor de historia de la Universidad de Southern Mississippi. Su esposa Barbar y sus dos hijas están deseando pasar el año que viene en el esado de Pennsilvania mientras él trabaja para la Escuela del Ejercito de Guerra de USA, y pasar muchos fines de semana por la costa este.