Shane llegó a nuestras manos a la Casa de Curación de Anhui cuando tenía
apenas un mes de vida. Nació con una fisura labial bilateral que le
hacía muy difícil poder alimentarse bien y gracias a nuestras pacientes
nannies pronto empezó a comer como un campeón.
Después de pasar pocos
meses con nosotros ya había duplicado su peso. Shane es un niño muy
inteligente y artista. Le encanta estar con los adultos y con los demás
niños y en esta foto podemos ver perfectamente lo unido que está a su
nanny.
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