Este fin de semana muchos niños están disfrutando de la búsqueda de huevos de pascua y gritarán con mucho regocijo cuando encuentren otro premio. Nuestro equipo del viaje de fisuras está teniendo también su propia búsqueda, lo que pasa es que sus "huevos de pascua" son un poquitito más grandes de lo habitual.
Nuestros voluntarios han volado a Beijing y después han cogido un tren hacia Kaifeng, el lugar de nuestro próximo viaje de intercambio médico. Sabían que tres de nuestros pacientes de la semana que viene iban también en el mismo tren, así que ni cortos ni perezosos empezaron una búsqueda especial de niños de Pascua.
El primero en ser descubierto fue el pequeño Paul, que hacía este viaje desde Mongolia Interior. No se fiaba mucho de esas mujeres de aspecto extraño que le rodeaban, pero enseguida le convencieron con un babero nuevo y algunos juguetes.
Nuestro decidido equipo volvió a la búsqueda de nuevo, y pronto encontraron a Robert Owen.
Cuando le dieron sus baberos hechos a mano y un precioso gorrito, no dejaba de sonrerír a todos.
El pequeño Ted fue un poco más difícil de encontrar, pero enseguida recibimos un SMS informando de que la búsqueda había dado sus frutos y que ya estaban paseando al peque por el tren con mucho amor.
La jefa del equipo, Maureen Brogan, acabó con él en su regazo, y como cualquier bebé al que susurras y arrullas, se quedó dormido enseguida.
Buen viaje pequeñines! La próxima parada ya es el Hospital Infantil de Kaifeng, donde vuestras nuevas sonrisas os están esperando!
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