Oímos a menudo que entre las familias de acogida y los niños que cuidan se desarrollan relaciones absolutamente cariñosas, de verdadero amor. Un ejemplo perfecto de esto es la historia del Pequeño David y su padre de acogida en Xinxiang.
David llegó a su familia de acogida hace un año, unos días después de haber sido operado de su fisura labial. Desde el principio, el vínculo entre David y su padre fue muy fuerte.
En todos los informes mensuales de David leemos observaciones personales sobre esta relación padre-hijo. Durante meses, cuando David estaba aprendiendo a hablar, su padre nos decía lo que le gustaría que David aprendiera a decir "Baba". Mientas que los nombres para llamar a su madre y a su abuela parecían atascarse en su lengua, David hizo a su devoto padre esperar. Finalmente el mes pasado el feliz papá nos anunció exhultante que ya le había llamado con ese nombre. Esto me recuerda mucho a los "ba ba bas" que mis hijos decían antes de empezar a decir "ma ma"
En el informe de Diciembre, el manager del programa, Li Jia, compartió con nosotros una historia emocionante sobre el amor de David por su padre. Nos escribió:
En esta visitá fui testigo de algo maravilloso. Cuando el Papá decía "Un beso a papá", David se volvía, cogía la cara de su padre con ambas manos y le daba un enorme beso, dejandole un montón de babas. Luego le limpiaba la cara con sus manitas, lo que hacía a su papi absolutamente feliz. Qué bella familia!
Me habría encantado verlo. El cariño y el amor tan obviamente presentes en esta familia son los verdaderos dones del acogimiento.
Michelle Holmes, LSW
Xinxiang Foster Care Coordinator
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