Pablo nació con una fisura labio-palatina bilateral. Cuando entró en la Casa de Curación Starbridge (CCSB) de LWB a los dos meses de edad, tan solo pesaba 3 kilos y pico.
Cuando llegó a la CCSB, Pablo estaba muy débil y se quejaba mucho, pero gracias a la atención de sus nuevas cuidadoras, empezó a comer mejor y a coger el tan necesitado peso. Parecía ser mayor que lo que indicaba su fecha de nacimiento, por eso las cuidadoras empezaron a añadir cereal de arroz en su leche de continuación y entonces empezó a crecer y salir adelante. Empezó también a hacer ejercicio diario para fortalecerse, con la esperanza de que pudiera ser operado de su labio muy pronto.
Después de tan solo un mes y medio desde su llegada, Pablo pesaba 5.06 kg y le empezaban a salir buenos mofletillos. Lo malo es que cuando le iban a operar tenía tos y a los médicos no les gustó cómo sonaba. Las cuidadoras empezaron a tratarle con medicación en aerosol para sanarle y así, a mediados de noviembre, Pablo pudo ser al fin operado de su labio.
Después de la operación, Pablo se puso mucho más fuerte y empezó a pulular por todas partes con su tacataca. Dobló su peso en menos de tres meses, ya juega solo con los juguetes y sabe comunicar a otros sus necesidades. Le encanta reír y jugar, y las cuidadoras le han consentido un poquito.
Ahora ha llegado el momento de que Pablo pase a la siguiente aventura de su vida, pero seguro que las cuidadoras de la CCSB van a echar de menos muchísimo su sonrisa.
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