3 feb 2014

Susurros

Una de mis amigas más sabias publicó la semana pasada lo siguiente en su perfil de Facebook : "A veces parece que las malas noticias gritan y que las buenas noticias sólo susurran." ¿No os parece que es verdad? Nuestra sociedad ADORA un buen escándalo, y las malas noticias hacen los mejores titulares y los más impactantes. En un tema como la adopción internacional -el tráfico, la reubicación, y la corrupción siempre tendrán un sitio en el New York Times. Los padres que tratan de hacerlo lo mejor posible, los niños siendo lo que son, niños, y las miles de historias de éxito de familias formadas a través de la adopción casi nunca son noticia.

Debajo de la publicación de mi amiga, alguien dejó un comentario maravilloso. Decía: "Recuerda escuchar los susurros." Creo que muchas veces se nos olvida hacerlo. Hay noticias terriblemente duras y tristes todos los días en las noticias, tanto en nuestro país como en el extranjero, y es muy fácil pensar que el mundo se va al garete en un soplo. Tengo la enorme suerte de poder trabajar en algo que me permite ver infinitos milagros pequeños y gente muy cariñosa sobre los cuales el mundo nunca sabrá nada. Padres y madres, e hijos, y voluntarios, y donantes, todos siendo héroes silenciosos cada día, tratando de hacer lo mejor que pueden para ayudarse unos a otros.

Muchos de vosotros recordaréis un blog que publicamos sobre un chico estupendo llamado Ben que necesitaba un hogar adoptivo. Había nacido con parálisis cerebral y había visto cómo casi todos sus amigos del orfanato eran adoptados.
Había cumplido ya los 13 años, uno menos de la edad límite a partir de la cual un niño ya no puede ser adoptado nunca, cuando una familia estadounidense supo que era su hijo. Ben fue adoptado unos días antes de su 14º cumpleaños. Hace poco recibí esta foto que me mandó su madre pues ya han pasado seis meses desde que llegó a casa... y oh, sí... se me saltaron las lágrimas de alegría nada más verla.


Esta es una historia que nunca verás en los telediarios. Nunca me llamará un periodista del Wall Street Journal para preguntarme sobre este niño tan especial que logró salir del sistema. Pero tengo esta foto para recordarme a mí misma lo importante que es escuchar y prestar atención cuando las buenas noticias susurran. Qué importante es escuchar las historias de la gente que abre su corazón a otros, para ayudarse mutuamente. No creo que nadie pueda ver esta foto y no admitir que muestra alegría pura, la alegría que puede surgir cuando un niño que era huérfano es ADOPTADO y finalmente comprende que pertenece, que es parte de una familia.

Unos días más tarde recibí unas cuantas fotos más de saltos en el sofá. Una era de un niño pequeño llamado Gang que también nació con PC y que estuvo en nuestro programa de nutrición en China.


Su madre escribió: "Le pidieron dar una charla en la iglesia el pasado diciembre. A la mayoría de los niños les asusta mucho hacerlo pero él dijo: 'me encanta dar charlas'. Se pone tan contento que no se puede contener y le sale la energía a base de saltar y menearse. Durante la charla tuvo la sonrisa más grande constantemente en su cara. Cuando terminó de hablar, saltó del estrado y soltó su risita excitada y con un buen salto, corrió a su asiento. Yo me fui a la parte de atrás y en el camino escuché a un niño de unos 9 años decir: 'me encanta su felicidad'.

La siguiente foto que abrí fue la del pequeño Bergen, que estuvo viviendo en nuestra Casa de Curación de Anhui con una cardiopatía muy compleja. Después de llevarle a que le revisaran los médicos, nos dieron la triste noticia de que en China se le consideraba "no operable". Su única oportunidad para poder vivir era ser adoptado en el extranjero. Y qué ALEGRÍA nos dio cuando fue elegido por una familia que comprendía no sólo que nadie en este mundo puede saber cuántos días le quedan en la tierra, sino que podían quererle inmensamente durante todos y cada uno de los días que le quedaran.

La madre de Bergen me dijo que tenerle a él como hijo era algo invaluable y precioso. A pesar de que sigue luchando contra su grave cardiopatía, ya nadie le puede quitar el hermoso hecho de que está siendo QUERIDO. Esto probablemente no llegará a las noticias tampoco, pero seguro que es un susurro de una noticia buena de verdad y que honestamente, se merecería ser difundida por todas partes. Sé que la adopción es un tema muy complejo, con opiniones muy válidas que vienen de miles de sitios distintos. Pero lo que no se puede negar es que Ben, Gang, y Bergen se merecen tener familias que los quieran. Ahora están en SU CASA ¿y no es ahí donde todo niño merece poder estar?

El mundo está siempre lleno de gritos sobre lo que está mal, y yo soy la primera en admitir que es muy fácil acostumbrarse a ver solo lo negativo, claro que sí. Pero recibir estas tres fotos la semana pasada fue un recordatorio precioso de que también tenemos que buscar lo bueno, que hay mucha belleza sencilla a nuestro alrededor que solemos pasar por alto. Estoy muy agradecida a todos los que apoyan nuestros proyectos con los niños huérfanos. Me inspiráis todos los días para seguir haciendo un trabajo que suele ser emocionalmente duro. Recordemonos con frecuencia unos a otros lo importante que es reconocer y apreciar la bondad y el cariño de la gente que tenemos la suerte de tener en nuestras vidas. Que los susurros de amor y esperanza sigan llenando nuestros corazones.

Amy Eldridge

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