Como una vez dijo la escritora Eda LeShan, "un bebé recién nacido es como el principio de todas las cosas -maravilla, esperanza, un sueño de posibilidades."
El pequeño Cohen nació prematuro y llegó a nuestras manos pesando sólo 2 kilos. Su orfanato nos llamó en cuanto le encontraron porque les preocupaba su pequeño tamaño. Se pasó casi dos meses en el hospital porque necesitó mucho tiempo para aprender a comer y para crecer fuerte.
En cuanto Cohen se puso fuerte, entró en nuestra Casa de Curación de Anhui, donde recibe mucho cariño y atención individualizada. En los seis meses que lleva en la casa, realmente ha salido adelante. Y aunque ha tenido que superar algunos retos debido a su prematuridad, está cogiendo peso de forma contínua y estable. Con casi cuatro meses sigue pasando gran parte de su tiempo durmiendo, pero es un niño satisfecho y se le suele pillar sonriendo en sueños.
Los niños tienen que saber que están seguros y que alguien va a acudir cuando llamen, y a Cohen le están reconfirmando constantemente que sus necesidades se van a ver satisfechas. Esto le gusta mucho y responde muy bien cuando le hablan suavecito para tranquilizarle.
Cuando Cohen está despierto le gusta mirar caras y siempre mira a sus cuidadoras con mucha intensidad, concentrándose bien en la cara de la persona que en ese momento le está acunando. Nos gusta muchísimo ver que Cohen recibe tanto cariño y atención de sus cuidadoras en la Casa de Curación de Anhui, donde estamos seguras que seguirá creciendo y desarrollándose hasta ser un chico fuerte.
Nos sentimos hoy agradecidas por haber tenido el honor de cuidarle, y pensamos que sí, que su vida ahora está repleta de infinitas posibilidades. Muchas gracias a vosotros por ayudarnos a darle esta segunda oportunidad.
La auténtica esperanza llega de verdad cuando El Amor Empieza Aquí.
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