Después de que le hicieran unas analíticas iniciales, trasladamos a Benjamín a nuestra Casa de Curación Heartbridge un par de semanas después. Las cuidadoras del orfanato ya habían hecho un trabajo estupendo con él y estaba en buena forma cuando las cuidadoras de nuestra casa le conocieron. Las cosas pintaban bien para este pequeño, y sin embargo, su ceño fruncido seguía presente en su carita. Después de todo por lo que había pasado, nadie podía quejarse de que fuera un poco gruñón!
Hasta entonces, Benjamín necesita algunos padrinos más que le ayuden con los costes de la casa. ¿Te gustaría formar parte de su historia de esperanza? Puedes ayudarnos a conseguir su primerísima sonrisa!
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