Abril, dedicado a la educación

Love Without Boundaries lleva desde 2004 ayudando a los niños de China a lograr sus sueños de obtener una educación de distintas formas.

En el mes de abril queremos dedicarlo a destacar nuestros programas de Apoyo al Alumno, que ofrecen una oportunidad tanto a los niños huérfanos como a los que no tienen recursos para asistir a los colegios de sus comunidades.

Desde 1986 todos los niños de China tienen que acabar nueve años de educación obligatoria (el equivalente a Primaria y ESO en España). La educación es considerada como el camino más importante para tener éxito en el futuro según la cultura china, y para la mayoría de los padres chios, es su principal preocupación a la hora de críar a los hijos.

Y aunque la educación básica y secundaria es gratuita en China, la mayor parte de los colegios tienen costes adicionales para cosas como libros de texto, comidas y uniformes, que las familias que viven en condiciones de extrema pobreza encuentran imposible de sufragar. Si un niño o niña termina la educación secundaria y logra aprobar el examen para entrar en el instituto, los padres deberán entonces encontrar el modo de poder pagar los costes de la enseñanza que suelen ser muy elevados. Para muchas familias es sencillamente imposible.

 Como este artículo (en inglés) de The Economist del año pasado explica, las tasas de abandono escolar de los alumnos del equivalente a la ESO siguen siendo muy altas en las áreas más golpeadas por la pobreza, ya que los jóvenes alumnos se ven obligados a entrar en el mercado laboral para ayudar a sus familias a subsistir. Estos alumnos tienen un riesgo más alto aún de abandono si sus padres tienen alguna discapacidad o están enfermos.

Dos tercios de los alumnos de las zonas rurales no van al instituto, así que cualquier esperanza de lograr un trabajo que rompa el ciclo de pobreza familiar es casi inexistente.

Además, muchos estudios muestran que las chicas que tienen acceso a la educación acaban teniendo más control y libertad sobre sus futuros. Nosotras hemos sido testigos de primera mano con las chicas con las que hemos trabajado, tanto de orfanato como de áreas rurales.

Es por todas estas razones por las que LWB cree que invertir en la educación de un niño o niña es una forma muy real y tangible de marcar una profunda diferencia en sus vidas.

Durante el mes de abril os presentaremos a algunos de los alumnos que tenemos en estos momentos en nuestros programas educativos, y que necesitan padrinos y madrinas comprometidos. Antiguos alumnos de estos programas han logrados ser D.U.E., profesores, programadores informáticos y muchas más cosas. Estos alumnos suelen contarnos que sus logros no habrían sido posibles sin la ayuda de sus padrinos o madrinas.

Nos gustaría que cuando leas sus historias, puedas compartirlas y contar a tus contactos que necesitan gente que crea en sus sueños.

Juntos podemos seguir cambiando el mundo, una vida cada vez.