El mes pasado pude conocer a MIS héroes... los padres de acogida de mi hijo.
David entró a formar parte de nuestra familia en el año 2010, justo cuando le quedaban unos meses para cumplir trece años. Le conocimos en enero en Beijing y, al igual que muchos de nuestros hijos, llegó bajo una ingente cantidad de capas de ropa. Con nuestra infinita "sabiduría" occidental, le instamos a que se quitara toda esa ropa y que empezara a vestir como nosotros lo hacíamos. Y ahora nos cuenta que en aquel entonces pensó que estábamos locos por hacerle desvestirse y llevar sólo unos pantalones para salir a la calle en el invierno de Beijing, que hacía muchísimo frío y estaba congelado!!
Conocer su pasado ha sido un poco como ir quitando capas de ropa. Una de esas capas era un precioso jersey amarillo que luego supimos que le había tejido su madre de acogida. También llegó con una mochila super nueva que le habían dado en el orfanato y que no tenía mucha importancia para él. Pero dentro de la misma estaba su posesión más preciada, una pequeña bolsa roja que sus padres le habían dado en cuanto tuvo que volver al orfanato en el verano de 2007. En la solapa de la bolsa roja había bordados muchos caracteres chinos y números, que eran los datos de contacto y las fechas importantes. También tenía un desgastadísimo album de fotos que atesoraba fotos de su familia de acogida.
David (con su bolsa roja) y su madre de acogida antes de que volviera al orfanato
Cuando David tenía diez años le sacaron de su familia y le hicieron volver al orfanato donde se le hizo el expediente de adopción. Vivió allí hasta que le adoptamos nosotros en enero de 2010.
David nos ha contado muchas historias de su vida con su familia de acogida, algunas de las cuales ha compartido en su entrada al blog reciente ("Reflexiones de un antiguo niño de acogida") Doy las gracias más profundas por que David pudiera experimentar, de NIÑO, la vida en familia. Su familia no era rica, pero compartiendo su vida con él, le dieron recuerdos y una base sólida emocional y social con la que crecer.
Si alguno de vosotros tiene algún hijo mayor viviendo fuera de casa, sabrá a lo que me refiero cuando digo que fue maravilloso poder conocer a la gente y el entorno de los que David nos ha hablado tanto, de poder saber quienes eran. Su pueblo de acogida está al pie de unas montañas que hay a las afueras de Beijing, una zona preciosa!! Su familia era muy cálida y amable. Nos trataron como a reyes, pues primero nos llevaron a comer fuera y luego nos llevaron a su casa donde nos pusieron una mesa llena de delicias especiales: fresas, frutas, nueces... comida que ellos no comen normalmente.
Durante nuestra visita nos enseñó orgullosa los certificados que David había obtenido al ser uno de los mejores alumnos de la clase, y a mí me emocionó sobremanera que los hubiese conservado todos estos años.
Cuando David y yo visitamos a las familias de acogida de LWB al principio del viaje, varias de las madres que vimos nos preguntaron si sabíamos algo de los niños a los que habían cuidado. Ellas no sabían nada de las familias adoptivas y querían saber cómo estaban "sus" niños. Si tienes un hijo que estuvo en acogida y tienes la suerte de tener datos de contacto de la familia, por favor, hazlo! Usa unos minutos de tu tiempo para hacerles saber cómo está tu hijo/a, de verdad que es importante.
La madre de acogida de David le había preparado un regalo, un sobre rojo con dinero, y trató en muchas ocasiones de dárselo. Siempre que él decía "No, no puedo cogerlo", a ella se le caían las lágrimas. Parte de mi corazón de madre deseaba que cogiera el dinero, porque veía lo mucho que ella quería dárselo. Pero David le dijo que para él lo importante era verlos y ver qué tal estaban.
Antes de ir a China, la madre de acogida le preguntó si su "madre americana" iría con él a visitarlos. Él les dijo, con sus buenos modales "Sí, si os parece bien." La Madre de acogida le dijo "Por supuesto que nos parece bien, somos FAMILIA."
La familia de acogida de David sigue acogiendo niños todavía, y yo espero que vean en David la recompensa de todos sus esfuerzos para con los niños a los que acogen.
~Sandi Glass es la Directora de Ayuda en la Adopción de LWB y es madre de nueve hijos, cuatro de los cuales han sido adoptados en China.
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