Al irse pasando la voz de que estábamos operando niños, muchas familias empezaron a llegar al hospital. La mayor parte de ellas eran familias campesinas que no podían pagar las operaciones que sus hijos tan desesperadamente necesitaban, y muchas habían caminado durante días para venir a vernos, aferrándose a la esperanza de que sus hijos quizá pudieran ser curados.
Familia tras familia, todas nos hablaban de la frustración que sentían al no poder pagar a sus preciosos hijos los cuidados médicos que necesitaban, y muchas nos dijeron que habían considerado dejar a sus hijos en el orfanato de la zona con la esperanza de que así pudiera ser atendido médicamente. Nuestro equipo pensó entonces que ayudando médicamente a las familias sin recursos podíamos prevenir que los niños se convirtieran en huérfanos.
Desde entonces, LWB ha tenido el honor de ayudar a que muchas familias permanezcan unidas con los hijos que tanto aman. Hemos proporcionado cuidados médicos a familias que, de otro modo, se habrían enfrentado a la difícil decisión de plantearse abandonar a sus hijos para así curarles. Nos sentimos honradas al pensar que hemos podido jugar un pequeño papel en su unión familiar, y es nuestro sueño poder ayudar a muchas más familias en el futuro.
Familias como la de Meredith...
y la de Jiang…
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