Luke ahora tiene siete años. En diciembre sus profesoras nos dijeron que tenía problemas pues se quedaba sin aliento y que sus labios se ponían azules cuando hacía frío. Después de llevarle a que le miraran en el Hospital Cardiaco de Hefei, los médicos nos dijeron que necesitaba ser operado de inmediato. Si no se le hubiera tratado, los episodios cianóticos que tenía habrían sido fatales. Así que Luke puso cara de valiente y nos sonrió antes de ser operado.
La cuidadora le ha estado dando de comer alimentos nutritivos como sopa de pescado y de costillas de cerdo. Esperemos que muy pronto se fortalezca y pueda dejar el hospital.
¿No sería increíble si el año que viene pudiera celebrar su cumpleaños en el seno de una cariñosa familia para siempre? En este momento su expediente está en la lista compartida. Luke, te deseamos lo mejor!
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