En un mundo perfecto, la vida de un niño recién nacido debería ser muy pacífica: comer, dormir, acurrucarse en el regazo suave de mamá... Se obtiene todo lo que se necesita rápidamente y después de un ratito de achuche, volver contento a dormirse. Así es como debería ser, pero poco después de nacer, el mundo perfecto de Farrell se volvió absolutamente del revés.
A finales de enero llegó a las puertas del orfanato de Kaifeng, en la provincia de Henan, un niño de 10 días de edad. Estaba severamente quemado de cintura para abajo, con quemaduras de tercer grado cubriendo más del diez por ciento de su cuerpecito. Toda la parte de atrás de su pierna izquierda, del glúteo al talón es una cicatriz gigante, con quemaduras también en su parte derecha. Nadie sabe qué es lo que pudo pasar pero el recién nacido estaba sufriendo un terrible dolor. El director del orfanato llamó a LWB para ver si podíamos ayudar y nuestro equipo médico se puso manos a la obra de inmediato. Una de nuestras maravillosas simpatizantes leyó sobre este pequeñín en nuestra página de Facebook y nos asesoró medicamente ya que ella había sufrido quemaduras parecidas. Nos pidió que le llamáramos "Farrell" que significa "valiente". Y Farrell se llama.
A pesar de que no había ninguna Unidad de Quemados a la que pudiéramos mandarle, nuestro equipo médico gestionó el tratamiento de Farrell en el hospital de la capital de la provincia. Nuestro personal en China iba a verle todos los días y nos dijeron que el 3 de Febrero le injertaron piel y que todo había ido bien. Por suerte, los injertos que eran de piel de su espalda cogieron muy bien y le dieron el alta tres semanas después. Iba a necesitar cuidados intensivos para que sus heridas no se infectaran y también para mantener su piel limpia e hidratada. También necesitaría que le estiraran las piernas con regularidad para prevenir la contracción de la piel injertada. Afortunadamente, había una vacante y pudimos mandarle a nuestra Unidad Pediátrica de Curación Heartbridge, Farrell llegó el 24 de Febrero.
Con un mes de vida, sigue teniendo algunas heridas en sus piernas que todavía no han cerrado pero llegó al Heartbridge en sorprendente buena forma. La Dra. Hill remarcó que podía ver en sus ojitos que había sufrido una experiencia terrible, pero que estaría muy bien con un diligente cuidado de piel. Nuestro residente más nuevo, Farrell, todavía no tiene ningún padrino que le ayude a sufragar su estancia en el Heartbridge. Si te gustaría ayudarle y seguirle en sus avances, puedes apadrinarle o hacer una donación a través de nuestra website en su sponsor página.
Jan Champoux es la Coordinadora del Heartbridge para la Fundación Love Without Boundaries. Vive en Nebraska, USA con su marido Rob y cuatro hijos. Jan y Rob tienen un hijo y una hija en la universidad, un hijo adoptado en Corea y una hija adoptada en China, ambos están en quinto curso.
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