Me encantan las palabras. Me encanta leer libros que están tan bien escritos, que las palabras te quitan el aliento, y tienes que volver atrás, y releerlos, y entran mas profundamente en tu corazón. Así fue cuando leí en el libro "China Ghosts", de Jeff Gammage lo que ocurrió cuando adoptó a su hija, y entró en el orfanato por primera vez: "No te dicen que todos los niños del orfanato vuelven a casa contigo. Que esos niños, con sus sonrisas pálidas, y sus estómagos que rugen, van a seguirte a través del océano, instalándose en tu casa, viviendo en tus sueños".
Creo que Mr. Gammage y yo tenemos mucho en común, obviamente. Y siempre es un consuelo saber que otra persona entiende que, cuando adoptas a TU hijo, hay millones de niños mas que se van a la cama en orfanatos de todo el mundo. En palabras de Mr. Gammage:
"No te dicen que cuando el verano calienta, y estás eligiendo la ropa a juego de un niño, de un armario lleno de coloridos conjuntos y bañadores, tu mente invocará imágenes de niños llevando lo que sea que toque ese día - un niño pequeño con una camiseta arrugada, una niña delgada con un camisón descolorido, flotando sobre la alfombra de hormigón de un orfanato chamuscado por el sol. O que en invierno, mientras le subes a tu hijo las mantas hasta la barbilla, en una noche amarga, te preguntarás si los niños que dejaste atrás también están calientes".
Y por eso, nunca deja de sorprenderme cuando conozco a alguien que ha adoptado internacionalmente, que parece haber olvidado que su hijo no era el único que necesitaba un hogar. Han habido demasiadas ocasiones, en las que he preguntado a alguien que de donde es su hija, solo para oír a los padres decirse el uno al otro "¿puedes recordar el nombre del orfanato donde vivía?" o "Uf! Ni idea, lo único que nos importaba era llevarla a casa" Como si la vida de la niña antes de que ellos llegaran, no significara nada.
Noviembre es el mes Nacional de la Adopción, y aunque entiendo que no todos los que hemos vivido la adopción tenemos tiempo para el voluntariado en grupos de apoyo o asociaciones de caridad, o dinero disponible para donar a los niños que todavía esperan, creo que hay algo que cada persona puede encontrar tiempo para hacer. He mencionado arriba que me encantan las palabras, y hay cinco maravillosas palabras que espero que todos nos permitamos decir en voz alta al menos una vez en nuestras vidas:
"¿Has pensado en la adopción?"
Por supuesto que la adopción no es para todo el mundo, y no creo en absoluto en eso de adoptar para "salvar" la vida de un niño. La adopción es un compromiso de por vida, para amar y cuidar una vida humana preciosa, y nunca debería tomarse a la ligera. Pero también se que muchas veces he conocido gente que habían cerrado sus corazones, creyendo que nunca tendrían un bebé, o que nunca habían considerado la adopción porque tienen hijos biológicos. Y no fue hasta que les enseñaron una foto de un niño que espera un hogar, o hasta que alguien se tomo el tiempo de decir esas cinco hermosas palabras, que creció en ellos un auténtico deseo de abrir sus brazos a un niño que necesita una familia.
Así que, este mes, y durante el próximo año - si has sido tocado por la adopción de alguna manera, directa o indirectamente- Espero que des un paso adelante y digas estas cinco palabras a algún conocido:
"¿Has pensado en la adopción?"
Mis hijos, que llegaron a mi vida a través de la adopción, han traído tanta felicidad a mi vida, que no hay palabras adecuadas para describirlo. Que clase de persona sería si guardase la grandeza de esta felicidad para mí? Desearía que todo el mundo pudiese conocer la maravillosa verdad que he aprendido - la familia tiene poco que ver con la genética, pero mucho que ver con el amor-. Cuando mi hijo TJ me mira a los ojos y dice , "mamá, yo te esperaba y esperaba en el orfanato", cojo su cara entre mis manos y digo "Mamá también ha estado esperándote a TI toda la vida". Por favor, únete a mi y difunde la noticia de que millones de niños en todo el mundo necesitan un hogar amoroso y permanente. ¿Quien sabe? Podrías ser la respuesta a las oraciones de alguien - el que siembra la semilla que permite a una familia formarse, y a otro niño maravilloso venir a casa.
Amy Eldridge
Love Without Boundaries
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