10 nov 2012

El final feliz de Valentina

Valentina, cuya historia ha robado muchos de nuestros corazones, ha empezado un nuevo capítulo de su vida con su familia para siempre. Esta semana, tras pasar el día con ella, su nueva familia lo hizo oficial. Sé que muchos de nosotros que también hemos adoptado tenemos unas "primeras fotos de familia" parecidas, algo como esta:   





Valentina lleva ese nombre porque llegó a nuestro cuidado el día de San Valentín 2012, había sido diagnosticada con lo que se conoce como Trastorno del Desarrollo. Su orfanato no sabía qué más podía hacer para ayudarla a crecer y fortalecerse, y con nueve meses de edad, pesaba solo 3.5 kg. No solo era pequeñíta sino que también estaba muy débil y no tenía fuerza para moverse en la cuna.


Pero las cuidadoras de la Casa de Curación True Children (CCTC) sí sabían qué hacer! En su primer mes en la casa Valentina engordó más de 2.2 kg. Se estaba volviendo una preciosa y redondita bebé, a pesar de que todavía no estaba lista para sonreirnos.   


Todas las semanas abría con muchas ganas sus informes para ver cómo estaba progresando y nunca me decepcionaba. ¡Crecía a ojos vistas! Hacia junio, tres meses después de entrar en el programa, ya casi había doblado su peso a algo más de 7 kg.  


Mientras crecía, a nosotras nos encantaba leer que le gustaba mucho rodar por todas partes y que ponía gran resistencia al esfuerzo de las cuidadoras para que gateara. Ya había engordado mucho pero ahora necesitaba tener fuerza. De nuevo, las cuidadoras de la CCTC sabían lo que tenían que hacer. Organizaron una tabla de ejercicios para que Valentina fortaleciera sus músculos y pronto se puso a gatear. El problema era que seguía prefiriendo rodar! También era una campeona del tacataca, y digamos tan solo que no había juguete a salvo cuando ella estaba cerca! Si acabaron llamándola la "birla juguetes"! 
Después de haber estado varios meses a nuestro cuidado, nos dieron las duras noticias de que el expediente de adopción de Valentina no podía tramitarse porque se sabía quién era su madre biológica. A pesar de que Valentina había sido oficialmente abandonada y sus padres biológicos habían huído de su ciudad natal, su expediente no podía tramitarse. Nos entristeció mucho pensar que Valentina podía acabar creciendo en una institución. Mucha gente movió cielo y tierra para ayudarla, y para que la gente con autoridad para ello, pudieran hacer algo y cambiar su suerte. Al mismo tiempo, la CCTC iba mandando los informes de Valentina a su orfanato.  


Poco sabíamos nosotras que esos informes estaban siendo leídos por alguien de su ciudad, por una familia que se estaba enamorando de ella más y más con cada nuevo informe. Una familia china que deseaba tener una hija propia a través de la adopción.
Los nubarrones se despejaron y los cielos sonrieron a esta pequeña, que fue aprobada para adopción nacional. Tan pronto como les asignaron a la pequeña, la familia quiso conocerla DE INMEDIATO! Les habían dicho que pasaría un mes más o menos hasta que Valentina pudiera llegar a su provincia natal para conocerles. De ningún modo! Para nada! La familia fue directa a comprar unos billetes de tren y se pusieron en marcha en el acto hasta la provincia de Fujian, donde tenemos la casa, para conocerla.    


Y ya sabéis el resto de la historia...
¡Adiós Valentina! ¡Te deseamos una preciosa vida en los brazos de tu familia para siempre! Esperamos que la historia de tu triunfo se vuelva a contar cientos de veces, y que los orfanatos no se den por vencidos y pidan ayuda. Y si lo hacen, nosotras estaremos allí.

~Elena Doyle, Coordinadora Adjunta de la Casa de Curación True Children   


2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué maravillosa historia...me ha encantado!! Ella y sus nuevos padres...su familia!!
Es cierta, pues, la adopción nacional en China...y que cada vez más familias de allí quieren hijas...Buen final!!!!
Pilar

Fundacion LWB - Amor Sin Fronteras dijo...

Sí :-) Es un final absolutamente bonito!!