2 may 2013

Consejos de los miércoles: ¡Tienes un guisante en la nariz!

Ahí estaba, un guisantito verde saliendo de la nariz de Ellen. Sabía que era posible, había oído historias de uvas pasas, kikos de maíz, chocolate, e incluso de espaguetis que se abrían camino por los agujeritos de la nariz. Es algo que te puede pasar si tienes el paladar fisurado.


La cosa es que aún teniendo el paladar operado a menudo siguen quedando agujeritos o fistulas. Algunas son  muy obvias y están en el paladar, cerca de donde deberían estar los dos dientes delanteros. Otras están algo más escondidas, en la encía por ejemplo. Pero por cualquiera de estos dos sitios pueden colarse restos de la comida o la cena y acabar saliendo por la nariz. El simple hecho de tragar hace que la comida sea literalmente empujada entre la lengua y el paladar, por ello puede salir por cualquier agujerito que encuentre en el camino y acaba apareciendo en sitios peculiares. Algunos niños aprenden a mantener la comida en la boca sin que se les salga nada, pero a otros se les vitorea en la mesa cuando se sacan un espagueti por la nariz.

El problema es que hasta que no se cierre el agujero quirúrgicamente o con un obturador o aparato dental, la comida seguirá saliendo por ahí. La mayoría de los cirujanos recomiendan beber para intentar lavar bien la zona y sacar cualquier partícula de comida que quede, o sonarse fuerte la nariz para expulsar los restos de comida así.


Operarse para cerrar un agujero o fistula es otra de las cosas de tener una fisura palatina. Pero ¿cuántas operaciones tienen que hacerse los niños fisurados? Bueno, por un lado están las que la mayoría de la gente se imagina: las operaciones para cerrar las fisuras labiopalatinas. Pero después hay niños que necesitan reconstrucciones de nariz, o que les pongan drenajes, otros necesitan que les den forma al labio o que les vuelvan a poner otros drenajes. Luego, hacia los ocho años de edad, la mayor parte de los niños fisurados pasarán por una operación para hacerles un injerto óseo para intentar corregir la falta de hueso en la encía superior. Como se puede ver, el tener una fisura palatina conlleva muchas operaciones.


Casi todos los niños con fisuras labiopalatinas tienen problemas en el sistema auditivo. La fisura palatina implica que los músculos del paladar no se desarrollaron adecuadamente, dejando un agujero en el cielo de la boca. Estos mismos músculos son necesarios para que las trompas de Eustaquio funcionen con efectividad drenando fluído y evitando la pérdida de audición y las infecciones. Muchos niños fisurados acaban con drenajes en los oídos, que son piezas de plástico minúsculas que se insertan en el tímpano y permiten que se drene cualquier fluído o infección. Si no se hace nada, el fluído se acumula en el oído medio haciendo que el niño tenga una audición limitada o que oíga mal y que ello conlleve a más daño del oído medio. No poder oír bien puede afectar a la capacidad de un niño para aprender un nuevo idioma y de pronunciar los sonidos correctamente. Sin una buena audición, el desarrollo correcto del habla puede no darse. Drenajes en los oídos, pruebas de audición y problemas auditivos son todo parte de tener fisura palatina.



¿Y qué pasa con el habla? La producción del lenguaje necesita de una intrincada combinación de músculos, movimientos y presión del aire. Los niños con fisuras labiopalatinas suelen necesitar la ayuda de un logopeda para refinar estos movimientos. Muchos niños que son adoptados internacionalmente requieren logopedia no sólo para la producción del habla sino para el desarrollo y la comprensión del lenguaje. Las sesiones de logopedia suelen ser semanales con sesiones que duran entre 30 y 60 minutos. Pero estos 30 - 60 minutos de logopedia son solo la punta del iceberg. Hay ejercicios y listas de palabras que se tienen que hacer y practicar a diario. Las sesiones de logopedia pueden ser necesarias poco tiempo, por ejemplo, unos cuantos meses, pero a veces las necesidades son tan grandes que se necesita terapia durante varios años. Las necesidades de cada niño son distintas, y se requiere que un logopeda diseñe unos objetivos cuidadosamente y el proceso para alcanzarlos. La logopedia es parte de la fisura palatina.




Las operaciones extra, los problemas auditivos, los problemas del habla y tener comida que te salga por la nariz son tan solo algunos de los tópicos que se suelen olvidar cuando se adopta a un niño con fisura labiopalatina. Todos estos problemas son muy manejables y por lo general no son permanentes. Sin embargo, es muy raro que un niño fisurado necesite pocas intervenciones como un par de operaciones y ya. Las fisuras labiales y palatinas no se consideran condiciones médicas que pongan la vida en riesgo, pero tenerlas altera la vida tanto del niño como de la familia.




~Christina Doelling es madre de una niña de cuatro años adoptada en China. También es logopeda pediátrica con más de 22 años de experiencia y se ha especializado en las necesidades de los niños con fisuras labiopalatinas y de los adoptados internacionalmente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios te bendiga!!! Eres una niña hermosa!!! Que todos tus sueños sean realidad.

Un abrazo

Waleska
Puerto Rico

Fundacion LWB - Amor Sin Fronteras dijo...

Preciosas palabras Waleska

Un abrazo para ti también