Durante los últimos ocho años hemos visto como una pequeña llamada Chloe crecía y salía adelante en pleno programa de familias de acogida de Lu'An. Así pues, imaginad nuestra enorme alegría al ver al fin como esta niña de doce años y con un corazón super dulce, se reunía con su familia para siempre el mes pasado.
Nos alegra poder contaros que Jing Yang está muy bien. Los primeros días lloraba por las noches. Sabíamos que iba a pasar un duelo pues supimos que estaba muy vinculada a su madre de acogida y que vivían en un pueblo muy unido.
Jing Yang y su madre de acogida
Su proceso de duelo nos indica que podrá volver a vincularse de nuevo puesto que ya lo estuvo antes con su familia de acogida.
Jing Yang en el centro con su nueva familia en China
Cuando Jing Yang se ha ido adaptando, se ha vuelto una niña muy feliz. Parece estar muy cómoda en un entorno familiar e incluso nos ayuda con la otra niña que hemos adoptado a la vez que ella, y que viene de haber vivido en un entorno institucionalizado. A veces, nuestra otra hija no entiende qué es lo que estamos haciendo, así que Jing Yang se lo dice en Mandarín ayudándola así a entender qué es lo que tiene que hacer y qué es lo que hacemos los demás.
No podríamos ser más felices con Jing Yang. Ya nos ha traído muchísima felicidad a la familia. Ha sido una transición muy sencilla y ella parece feliz y lista para ser una miembro más y muy querida, de la familia.
El cariño que ha recibido y lo bien cuidada que ha estado estos ocho años con su familia de acogida han podido hacer que su transición de una familia a otra, la adoptiva, haya podido ser un poco duro para ella. Pero también parece que le ha dado una base sólida para poder vincularse y adaptarse a la vida familiar.
Le deseamos a Jing Yang y a su familia toda la felicidad del mundo! Aunque parece que ya la tienen!
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