Aventuras y novedades en Lanzhou, Gansu

LWB ha inaugurado hace poco una escuela Cree En Mi dentro del orfanato de Lanzhou en la provincia de Gansu. Un equipo de voluntarios de EEUU fueron a visitarla a finales de marzo y hemos pensado que te podría gustar conocer esta regió un poco más así como nuestro nuevo proyecto.

En cuanto vuelas a Lanzhou te das cuenta enseguida de que estás en una zona que no tiene nada que ver con las áreas más pobladas del este de China. El paisaje son montañas marrones y sin árboles rodeadas de tierras que al principio de parecen desérticas. Una vez en tierra, te das cuenta de que la tierra no es de arena sino de limo seco. Por supuesto, esta región es parte de la famosa Ruta de la Seda de China, así que tiene una historia muy larga e interesante. Las montañas están llenas de cuevas que han sido casas para muchas personas durante los años 1950 a 1970.

Desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad hay una hora, y mientras íbamos de camino, pasamos por muchos pueblos pequeños.

La gente de la localidad dice que es todo tan seco ahí que la vida depende de los dioses. Si llueve, vives. Si no llueve, tu vida se vuelve dura y difícil. La mayoría de la gente trabaja en el campo y las ovejas son el animal preferido. Vimos muchísimas pieles de oveja, incluida esta de detrás de la moto.

Preguntamos si podíamos parar en uno de los pueblecitos ya que nos parecía muy interesante poder dar un paseo. Nos dijeron que hoy día no había casi gente de entre 6 y 30 años en esos pueblos, ya que todo el mundo había emigrado a las ciudades puesto que la economía es muy pobre en la zona. Nos invitaron a la casa de una pareja de ancianos y fue realmente un honor.

Cuando el abuelo dio la vuelta a la esquina, tenía aceite en las manos de haber estado trabajando en una de las herramientas de la granja. Tenía varias ovejas y cultivaba dátiles, bayas de Goji y mijo en sus tierras. Nos obsequiaron con zumo de pera fermentado que habían sacado de un árbol de su huerto. Cogen las peras maduras y las ponen en un cubo, cubriéndolas luego con nieve durante todo el invierno. En primavera, cuando la nieve se derrite, machacas las peras con el agua y obtienes un zumo espeso. Realmente delicioso!

Su única fuente de calor era una estufa de carbón en mitad de la habitación, y también tenían un pequeño pozo para el agua cubierto con una tabla de madera. Hablamos sobre los retos de ser granjero en una región tan seca y aprendimos que habían construido la casa ellos mismos. También supimos que muy pronto iban a acoger a su nieta por cinco años para criarla en el campo mientras su padre trabajaba en la ciudad.

La familia no podía haber sido más amable con nosotros, y nos acompañaron hasta el coche para despedirnos. Espero que si algún día algunos perfectos desconocidos aparecen en mi jardín, sea tan amable y les de la bienvenida como ellos hicieron con nosotros.

Si conoces algo esta región de China sabrás que Lanzhou tiene una gran población de la minoría Hui que son musulmanes. Hay muchas mezquitas en la ciudad, y los Hui son famosos por sus restaurantes de noodles de carne. Hace unos años unos ganaderos australianos visitaron Gansu y asesoraron sobre cómo criar ganado vacuno orgánico, por eso la carne de vaca de Gansu es muy apreciada. La comida en Lanzhou era absolutamente deliciosa. En solo una comida pudimos probar cinco tipos distintos de noodles: fríos, calientes, picantes, suaves, y mitad y mitad.

Lanzhou se encuentra entre montañas así que sólo se puede construir y crecer a lo largo y no a lo ancho. Debido a esto, puedes tardar más de dos horas en llegar desde un extremo de la ciudad al otro. Con el Río Amarillo y las montañas no permitiendo una expansión fácil, supimos que el tráfico es muy intenso. El orfanato está como a una hora y veinte minutos desde el centro de la ciudad, un largo viaje en transporte público para sus trabajadores. Se construyó hace tres años y tienen más de 280 niños a su cargo. 

Nos lo pasamos muy bien conociendo a los niños que asistieron el mes pasado a nuestra escuela. Enseguida me afectó lo luminosas y animadas que son las aulas. Unas profesoras de la zona, de una guardería privada, vinieron a ayudar a nuestras profesoras y asesorarlas sobre cómo decorar. Realmente hicieron un maravilloso trabajo.

Nuestras profes son  muy jóvenes pero están muy entusiasmadas y motivadas para aprender a trabajar con niños con necesidades especiales. Nuestro próximo viaje de formación en educación especial tendrá lugar este verano y sé que estas jóvenes realmente disfrutarán asistiendo y aprendiendo de todas las grandes maestras que acudirán.

Llevábamos cochecitos y MyLittlePonie como regalitos para los niños, e hicimos lo posible para decidir rápido quién era un niño y quién una niña. Había un peque precioso al final, así que fuimos y le dimos un pony rosa. Lo miró con desolación.

Luego, fui y empecé a decirle "Piaoliang (preciosa)" Pero me volvía la cara. Yo seguía pensando "Guau, qué niña tan seria." Así que cuando le ofrecimos un cochecito, enseguida lo cogió contenta y empezó a jugar. Ya en la furgoneta cuando nos íbamos supe que, por supuesto, "la niña" era un "niño". Era el pequeño James de nuestra escuela, y seguro que le ofendí MUCHO dándole un pony rosa y diciendole que era preciosa mientras todos sus compañeros de clase le estaban mirando. La pata hasta el fondo :-)

También pudimos conocer a algunos niños que vendrán a Kaifeng para nuestro Intercambio Médico dentro de unas semanas. Algunos de los peques tienen fisuras bilaterales bastante complejas. Maureen Brogan, la jefa de nuestro equipo médico de fisuras, explicó la importancia de que los niños tengan presión suave en el tejido protuberante. Los peques llevarán bandas compresivas hasta el viaje para que tengan el mejor resultado posible una vez operados.

Todos disfrutamos mucho conociendo a Emily, que es una alumna de nuestra escuela. Emily tiene casi doce años y tiene la enfermedad de los huesos de cristal. Es super lista y enseguida te das cuenta de la personalidad tan dulce que tiene. Teníamos varias diademas para ella como regalo de una mami en EEUU, y en perfecto inglés nos dijo "Gracias Ayi."

El orfanato nos dijo que el expediente de Emily había sido tramitado hace muchos años, pero que nunca había sido elegida. Alguna familia tendrá la fortuna de tenerla como hija. Es tan chiquitita que cabe en un tacataca, pero estamos trabajando para buscarle algo un poco más grande y más cómodo para que se pueda mover en clase.

También tuvimos el honor de llevar un paquete para un pequeño de nuestra escuela que tiene la personalidad más preciosa, y estaba encantado con todos sus regalitos. La profesora de esta clase le señalaba las fotos y le decía que su mami iba a ir muy pronto a recogerle.

Lluego tuvimos una buena charla sobre la importancia del acogimiento familiar, e hicimos planes preliminares para abrir un programa de acogida en asociación con el orfanato, con diez niños para empezar. Sentí mucho respeto por el director pues estaba realmente preocupado por honrar a los grupos de las distintas etnias de la ciudad. Nos explicó que hacia poco se habían encontrado a tres niños distintos que llevaban gorritos blancos en las cabezas, indicando que habían sido abandonados por familias musulmanas.

Algunos orfanatos probablemente no le habrían dado más importancia a este tema, pero este director nos dijo que se sentía obligado a hacer que los niños fueran criados en hogares Hui para honrar a sus padres biológicos. Él esperaba que pudieran entrar en nuestro programa de acogida con familias Hui y por supuesto le dije que "Absolutamente- Sí!"

Disfrutamos de verdad de nuestra visita al orfanato y tengo muchas ganas de volver pronto. Creo que asociandonos juntos de tantas formas importantes nos permitirán hacer cosas maravillosas para los niños. El personal nuevo está muy comprometido en hacer las cosas tan positivas como se pueda para ayudar a los niños a su cargo. Con nuestra escuela, un programa de nutrición, y ahora, la posibilidad de abrir un programa de acogida, sé que podremos impactar en muchas vidas.

~Amy Eldridge, Chief Executive Officer