Siempre nos ha gustado ver cómo los hilos rojos de nuestros simpatizantes se tejen y mezclan con nuestro trabajo, a menudo ayudando a más niños en el camino. El año pasado nos contactó una familia que estaba adoptando a una niña de un orfanato de Qianxi, Guizhou. En una de las fotos que les habían dado, vieron a una niña mayor con una fisura labial sin operar, y se preguntaron si LWB podría ayudar.
Hablando con el director del orfanato supimos que tenían dos niños que necesitaban ser operados, así que LWB les ofreció su asistencia. Nos encantó poder mandar a Tatum, en la foto de arriba, y Laney, en la de abajo, a operar rápidamente.
Gracias a ese contacto inicial de una familia adoptiva, fuimos invitados a visitar el orfanato en este último viaje. Como siempre que visitamos lugares nuevos, antes nos preparamos lo mejor posible. Buscamos sin parar en Google a gente que hubiera estado allí y descubrimos que no hay mucha información online. Qianxi está en la parte noroeste de Guizhou y hasta nuestros amigos de la agencia de viajes local nos dijeron que nunca habían estado allí. No teníamos ni idea de qué nos íbamos a encontrar allí, una ciudad misteriosa!
Dejamos la ciudad capital de Guiyang de camino a la montaña en lo que se suponía que iba a ser un viaje de unas tres horas y media. Nos dijeron que la carretera podía ser peligrosa porque la usan principalmente camiones de carbón. Una vez empezamos nuestro viaje, quedó claro que era peligrosa de verdad, nunca había visto tantísimos camiones en una carretera antes. Al cabo de poco tiempo, el tráfico se paró completamente y nuestro chófer salió a investigar qué podía pasar. Volvió y nos dijo que un camión enorme de carbón había volcado y que había un atasco tremendo.
Aquí es cuando el viaje se volvió interesante, ya que innumerables conductores de camión decidieron que no podían esperar a que se despejara la carretera. En lugar de ello trataron de convertir una carretera de dos carriles en una de 4-5 carriles intentando maniobrar sorteando el accidente. Luego, parecía un mal juego del ratón y el gato donde 4-5 camiones trataban de alinearse para bajar la montaña mirando de frente a 4-5 coches que trataban de seguir donde estaban para subirla. Al cabo de un tiempo todo el mundo apagó los faros durante algunas horas para ahorrar gasolina ya que quedó claro que nadie iba a ir a ningún lado. Fue una experiencia realmente interesante, la montaña quedó de pronto completamente a oscuras.
Al final, a eso de las 11:30 pm empezamos a movernos y pasamos por la zona donde estaba todo el carbón esparzido. Nos encantó por fin salir hacia Qianxi. Y si os soy sincera, creía que nos dirigíamos a una ciudad rural super pequeñita ya que nadie había oído hablar de ella antes. ¿Y sabéis qué? Que es una ciudad PRECIOSA!
Cuando entras en la ciudad una estatua de un enorme caballo te da la bienvenida, y según conducíamos, pudimos ver que la parte nueva de Qianxi es realmente moderna con un bello paisaje.
Al día siguiente conocimos al director del orfanato y al personal del mismo en el lobby de nuestro hotel. No pudieron ser más amables con nosotros. Les seguimos en el coche para ir al orfanato que estaba a unos 40 minutos de la zona nueva de la ciudad. Según conducíamos, la ciudad se iba viendo más y más rural. El estilo predominante en esta región eran casas de hormigón gris, rodeadas de preciosos campos.
Llegamos al orfanato y vimos la colada de ropa de los niños colgada en el balcón. Tan pronto como entramos en el edificio veías que era uno de estos lugares encantadores con ambiente muy familiar y para nada tenía un aire de institución. Los niños habían decorado las paredes de sus habitaciones y el personal nos dijo que enseñan a los más mayores a limpiar sus habitaciones ya que creen que tener tareas en casa es parte integral de la vida en una familia.
El orfanato tiene una cocina pequeña y acogedora y me habría encantado haber tenido tiempo para quedarnos a comer. Todo lo que la cocinera estaba preparando olía delicioso!
Este orfanato atiende en la actualidad a más de 50 niños y la gran mayoría de ellos son lo que mucha gente llama "huérfanos verdaderos", es decir, que sus dos padres están muertos.
Nos enseñaron con orgullo su aula escolar, que tenía a unos 16 niños que en ese momento estudiaban música. Conocimos a un chico estupendo de 12 años con PC que necesita un andador y está bien porque la semana que viene un andador saldrá de EEUU junto con otras cosas. Los niños fueron muy amistosos con nosotros, y me encantó ver que la dirección del centro conocía a cada uno de los niños muy bien.
Pudimos ver a Laney y a Tatum después de sus operaciones y ver que las dos se han recuperado muy bien de sus cirugías (aunque a Laney no le hizo mucha gracia vernos)
Tatum después de la operación
Laney después de la operación
También nos gustó pasar un buen rato en la habitación de los bebés que tenía diez cunitas de madera con mosquiteras. Nos dijeron que muchos de sus bebés son adoptados nacionalmente muy poquito tiempo después de entrar en el orfanato. Había una niña bebé que acababa de entrar y nos dijeron que una familia de la zona ya la había elegido para que fuera su hija. Sólo 14 de sus niños habían sido adoptados internacionalmente, a EEUU, España y Canadá. Durante toda la visita teníamos la sensación de que este orfanato realmente hacía lo mejor para sus niños.
Y entonces una de las cuidadoras pasó delante nuestro y pudimos ver su preciosa sudadera con el letrero que pone "Todo por los niños".
Creo que eso lo resume estupendamente!
Qianxi está construyendo un nuevo orfanato modesto justo en la calle de enfrente del actual. Fuimos allí y visitamos el edificio y nos explicaron que su objetivo con el nuevo sitio era hacer que los niños se sintieran aún más como parte de una unidad familiar. Para ello están usando el modelo estilo apartamento, donde cada piso tendrá apartamentos individuales con un salón y tres habitaciones para los niños, con una "mamá de la casa" que supervisará cada "familia".
Debido a esto, cuando hablamos con ellos del acogimiento familiar, pensaron que realmente no lo necesitaban ya que están organizando cuidar de los niños a modo de familias dentro de este nuevo edificio.
Terminamos nuestra visita acordando ayudarles con unos columpios para los niños y algunas colchonetas y artículos para su sala de fisioterapia. También saben que pueden llamarnos siempre que lo necesiten para ayuda médica. Me gustó mucho lo que vi, y sé que ambos proyectos serán bien utilizados.
Tuvimos un día precioso conociendo a los niños y les estamos muy agradecidos por la cálida bienvenida que nos dieron. Tengo muchas ganas de ver cómo va desarrollándose nuestra amistad con este orfanato en el futuro. Todo por los niños!
~Amy Eldridge, Chief Executive Officer
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