A principios de 2012, LWB empezó un programa de acogida familiar en Kaili, provincia de Guizhou. Una de las primeras peques que entraron al programa fue una niña nacida con enanismo a la que llamamos Tara.
Tara tuvo a una de las más devotas madres de acogida, que la llevaba la mayor parte del día en un porta-bebés tradicional de Guizhou. A nuestra manager de la zona siempre le ha gustado visitar su casa para la visita mensual, ya que Tara es una niña de muy buen corazón y muy decidida. Una de sus actividades favoritas es ir al mercado con su madre y estar fuera de casa sin importar la temperatura que hiciera.
Tara vive en un pueblecito en Kaili, con muchos otros niños acogidos, y todas las tardes se reunen en frente de una tienda para jugar juntos. Si cualquiera de los niños le dice a Tara que ella es muy pequeña para hacer algo, ella le contesta bien alto diciendole que puede hacer cualquier cosa que hagan los demás! (Muy bien dicho!)
Según Tara ha ido creciendo, ha querido parecerse más a su madre de acogida, así que como regalo especial pidió que le regalaran su propio porta-bebés tradicional. Todas las mujeres Miao de la zona llevan estos preciosos porta-bebés bordados para llevar a los niños. Y la familia de acogida le hizo uno a Tara más que encantados, para que pudiera visitar a los vecinos y pasear por ahí portando su muñeco de trapo.
LWB siempre pregunta por el estado del dosier de adopción de los niños en nuestros programas, ya que nos gustaría que todos los niños tuvieran un hogar permanente. Cuando preguntamos por el expediente de Tara, su orfanato nos dijo que pensaban que con su necesidad especial no iba a ser adoptada. Nosotros les aseguramos que muchas familias estarían encantadas de abrir sus brazos y sus corazones a niños tan increíbles como ella, y así, su expediente se completó al fin.
Nos alegramos muchísimo cuando supimos que una maravillosa familia ha elegido a Tara para ser su hija. En marzo se conocieron y nos han dicho que es una niña increíble. Tuvimos mucha suerte al poder estar en Kaili el día que se marchaba para conocerlos y pudimos decirle adiós por última vez.
Sabemos que todo el cariño y amor que ha recibido de su familia de acogida será parte de su corazón para siempre. Sus recuerdos de China serán los de su familia y sus amigos y no los de haber estado sola en un orfanato. Muchísimas gracias a todos los que apoyáis este programa tan importante que permite a los niños huérfanos tener el regalo de un hogar y una familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario