
Por lo general, los recién llegados a la Casa de Curación de LWB en Anhui son bebés muy chiquititos, frágiles y con muy bajo peso, pero Linda ya tenía seis meses cuando llegó necesitando cuidados especializados y nutrición por su cardiopatía DSV.

Las primeras actualizaciones de Linda nos decían que era tímida y que no sabía interactuar con los adultos como los bebés de seis meses normales. Su peso inicial eran apenas cinco kilos y no tenía casi fuerza en su cuello y el la parte superior de su cuerpo.

En tan solo tres meses ya se sentaba por sí misma, se ponía de pie con ayuda y comía con mucho fervor comida sólida. Sus cariñosas cuidadoras pudieron sacar su alegre personalidad y tanto ella como su mejor amigo Dominic nos hacían reír mucho cuando discutían por quién comería antes o quién se quedaba un juguete favorito.

Ahora, siete meses más tarde, Linda pesa casi 10 kilos y está aprendiendo a andar de forma independiente. Los médicos son optimistas y piensan que no va a necesitar ser operada del corazón, pues si sigue recibiendo estos cuidados excelentes y esta nutrición de calidad, su corazón sanará sin necesidad de ser intervenido. Linda irá muy pronto a vivir con una familia de acogida cariñosa para seguir su viaje hasta que la encuentre su familia para siempre.

Linda es otro importante capítulo en el libro de las historias de éxito de las casas de curación de LWB, y estamos muy agradecidas de que tenga un gran grupo de amigos que ayudan a que su historia sea posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario