¿Hasta dónde llegarías?

Me preguntan muchas veces por qué tantos niños con necesidades médicas son ahora huérfanos en China. También me dice mucha gente que es terrible que alguien abandone a un niño enfermo, y además veo con frecuencia muchos comentarios parecidos en las redes sociales. Recuerdo haber discutido el tema con una madre en una conferencia sobre adopción y ella me dijo que, sinceramente, nunca honraría a los padres biológicos de su hija porque ellos "la habían tirado por ahí" cuando nació necesitando ser operada.

En esta última década en la que he trabajado mucho en China, he aprendido que el tema es muy complejo y que no se puede dirimir con conclusiones tipo blanco o negro. Para muchas familias campesinas el coste de proporcionar a sus hijos los cuidados médicos que necesiten está, sencillamente, fuera de su alcance. ¿Hasta dónde llegarías tú para tratar de salvar la vida de tu hijo? He conocido muchas familias a lo largo de mi vida que han tenido que enfrentarse a esa pregunta tan desoladora con auténtica desesperación.

 

Recuerdo estar una vez en un hospital infantil durante uno de mis viajes a China, cuando un padre se nos acercó con su hijo de un año en los brazos. El hombre que se paró frente a mí parecía décadas más mayor de lo que realmente era. Su cara tenía muchas arrugas y estaba completamente curtida del sol por trabajar en el campo a diario. Llevaba un abrigo hecho jirones y unos zapatos que no tenían casi suelas. Nos preguntó si formábamos parte del grupo que ayudaba a operar gratis a los niños huérfanos, y cuando le confirmé que así era, empezó a contarnos muy bajito que su hijo se estaba muriendo también de una cardiopatía muy compleja y que su familia no tenía los medios para poder reunir los 10.000$ que necesitaban para salvarle la vida. Esto fue hace varios años pero en aquel entonces la familia vivía con 10-15 rmb (menos de 2$) al día. 

A pesar del progreso económico de China, la realidad es que más de 80 millones de personas todavía viven con menos de UN DOLAR diario. Este hombre nos contó que él y su esposa habían tratado de pedir prestado el dinero a la gente de su pueblo, pero todos dudaban de que pudiera devolverlo algún día, y solo habían logrado reunir 320$. Tardaría al menos un año en conseguir devolver esa cantidad. Había cogido un autobús para ir con su hijo a Shanghai con la esperanza de que el hospital le operara y le permitiera ir pagando gradualmente el coste de la operación. Le dijeron que sin poner el dinero antes... no le operarían.

Después supe que en el pasillo le preguntó a nuestro director en China si consideraría operarle a cambio de darnos a su hijo permanentemente. Vio que estábamos operando gratis a los niños huérfanos y dijo que prefería destrozarse el corazón perdiendo a su hijo si eso quería decir que el pequeño tendría una oportunidad de vivir. No estaba "tirando a su hijo por ahí", estaba dispuesto a hacer el mayor de los sacrificios si eso signifivaba que el niño que amaba podría finalmente recibir la operación que podría salvarle la vida.

Recuerdo que esa noche, en mi habitación de hotel, me pregunté cómo sería el saber que tu hijo se está muriendo y saber que no se le va a proporcionar asistencia médica si no se paga lo que cuesta de antemano. Sinceramente no pude imaginarlo durante mucho tiempo porque me invadió la tristeza al pensar en la cantidad de familias en todo el mundo que sienten esa desesperación cada día. Me alegré muchísimo cuando pudimos incluir al hijo de esta familia en el programa de operaciones, y más aún cuando pude volver a ver al pequeño y a su padre un año después cuando visité su provincia. Nunca olvidaré sus sonrisas y cómo el padre parecía diez años más joven ahora que se le había quitado el enorme peso de no poder operar a su hijo enfermo. El niño era un peque enérgico y vital que se daba perfecta cuenta de que era absolutamente querido. El orgullo y el amor por este chiquitín eran palpables en el rostro del padre.

Doy las gracias de corazón a todas las personas que han apoyado nuestros Fondos de Unión, que ayudan a familias que se enfrentan al mismo tipo de situaciones como la que os acabo de contar. Esta misma semana una voluntaria de LWB ha conocido a una familia en Hubei que llevaron a su hija a un viaje médico de operación de fisuras, con la esperanza de que pudiera ser finalmente operada. Una vez allí supieron, lamentablemente, que su hija Susan no cumplía los requisitos de poder ser operada porque tenía además una cardiopatía compleja. Esta familia vive en grado de pobreza severa y contaron que si no podían ni siquiera sufragar el coste de la operación de fisura, les era absolutamente imposible reunir los fondos suficientes para operarla del corazón y salvar así su vida. ¿Qué sienten unos padres cuando les dicen que su única hija necesita una operación que no pueden proporcionar? Lo he visto demasiadas veces en sus caras: sentimientos de angustia, de desesperación y de desesperanza.

Estamos organizando las cosas ahora para tratar de mandar a la pequeña Susan y a su familia a Shanghai para que hagan una evaluación completa de la pequeña y sepamos si es operable. Deseo con todas mis fuerzas que no sea demasiado tarde ya que, con algunas cardiopatías, un niño pierde lamentablemente la oportunidad de poder sobrevivir a la operación si esta no se hace poco después de nacer. Espero que Susan pueda tener la operación que necesita para dejar de estar azul y retome ese color sonrosado que tanto nos gusta, y que en el futuro podamos ayudarla a que también sea operada de su fisura labial.

Muchas gracias por llevar a esta familia en vuestros pensamientos y por vuestro constante apoyo a nuestro Fondo de Unión. Pon Susan en el asunto si deseas que tu donación vaya destinada a ella.

Juntos podemos llevar esperanza real a las familias que lo necesitan.

~Amy Eldridge, Chief Executive Officer