12 dic 2014

El amor empieza con nosotros

Al igual que el mío, el timeline de las redes sociales de Kelly está lleno de imágenes de huérfanos que esperan en China. A veces es abrumador. A veces esas caritas se pierden. Pero en febrero de 2013, mi amiga no pasó de largo el blog de LWB "Jenny, Jenny". Lo leyó y no perdió un momento para compartirlo diciendo "Jenny necesita una familia."
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 Y nuestra historia de amor empezó ahí. A un golpe de teclado, una amiga nos presentó a nuestra hija, y el amor llegó fuerte.

Su carita apareció en la pantalla y nuestro viaje empezó. "Oh, nosotros la querríamos mucho", respondí en los comentarios. Fue una respuesta casual, pero mi corazón estaba atrapado. Ahora sonrío, sin que me sorprenda que nuestras primeras palabras hablando de ella incluyeran ya el amor.

Una larga lista de familias potenciales había respondido también al blog de LWB y a su página de Facebook. Con las manos temblándome, escribí un mail a nuestra agencia de adopción y me respondieron que "Lo miraremos pero no te hagas muchas ilusiones porque es bastante difícil." Nosotros lo comprendíamos, pero esta niña nos había robado el corazón.
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Por lo que parece, el amor es una fuerza poderosa. Mucho más que las agencias de adopción, los países extranjeros y una larga línea de familias esperando o estudiando expedientes. Los milagros se manifiestan y, sorprendentemente, su expediente acabó en nuestras manos, requiriendo de nosotros sólo un "sí."

Antes de que pudiéramos subirnos a un avión con destino a Beijing tuvimos que tirar un muro de dudas y miedos sobre lo que el término "necesidades médicas complejas" podría significar. Por otro lado, en nuestro lado había un océano de logística, ocho meses de burocracia, de rechazos de nuestras huellas dactilares, una espera prolongada para la LOA y dos países que bien valían el hilo rojo.

Mientras esperábamos nuestra TA o invitación a viajar, nuestra "Jenny" tuvo que ser ingresada en el hospital una y otra vez con infecciones. Estudiamos mucho sus fotos, de cuando la acompañaban "ayis" o cuidadoras desde Beijing hasta Shanghai, y era obvio que sabía lo que era el amor.

Al final comprendimos al completo la misión de Love Without Boundaries. Amor. Del tipo verdadero, palpitante y activo.

A pesar de los costes, nuestra hija recibió tratamiento médico continuado y atención especializada en la Casa de Curación Heartbridge. Estaba en la web como "urgente" con los demás niños que necesitaban padrinos para ser operados de urgencia, y la gente donó para ella, y la apadrinaron, y mucho más. Y aunque ella no tenía padres a su lado, tenía un ejército de individuos que habían dicho que "El amor empieza aquí." Y del modo más real, marcaron la diferencia más absoluta.
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Por fin llegó el día en que sus nuevos y aterrorizados padres sintieron su peso en sus brazos, sabiendo que sus necesidades médicas eran urgentes pero sin conocer su gravedad. Ciclos de operaciones, infecciones e ingresos hospitalarios en tres ciudades distintas habían dejado sus órganos a punto de colapsar, y nosotros no lo sabíamos.
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Todo lo que sabíamos era que nuestra querida Han Huizhen era una niña luchadora con mucha fiebre, que o bien dormía o nos miraba desde la distancia con sus ojitos traumatizados. Solo había conocido el cariño de las cuidadoras y de las enfermeras que la habían atendido. Su experiencia del amor empezaba con ellas. Era el más angustioso escenario que podíamos haber visualizado.
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Entonces "Jenny" se convirtió en Evelyn Han Huizhen Radicchi, una hija y hermana, y el amor empezó otra vez de nuevo. Ahora tiene una trona en nuestra mesa y una percha con su propia mochila de buho. Ha pasado su duelo y ha luchado, pero está vinculada y floreciendo. Ha sido duro, pero el tremendo amor que empezó con una entrada en un blog, nos ha llevado a lo largo de dos estados para operarla, semanas de pruebas médicas, cinco infecciones renales, cientos de citas con especialistas, cuidados de enfermería, antibióticos y medicinas. Pero también ha habído luz y mucha alegría, con fiestas bailando en la cocina, cientos de veces viendo Elmo, fiestas de pijamas con su hermana, ceras de colores, acampadas y tacones de plástico rosa de princesa.

Su corazón late y lucha y juega gracias a las muchas personas que intervinieron para ayudarla.
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Jenny necesitaba una familia, y nosotros la necesitábamos a ella. Nos sentimos agotados y débiles, pero el amor es divertido. Te aporta mucho y todavía derrama belleza. El regalo de Evelyn ha deconstruido nuestra familia, nos ha reconstruido los corazones haciendo que se fijen en lo importante, y nos ha hecho los ojos más dispuestos a encontrar lo maravilloso que poseemos.

Nos hemos enamorado profundamente de este poderoso y luchador ser tridimensional. Esta niñita que se tapa la boca cuando se ríe, que puede hacerse sus propios chequeos de las constantes vitales, que se agarra fuerte a su mami, y que prefiere que todas sus comidas incluyan patatas fritas de bolsa.
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Para Evelyn el amor empezó con sus padrinos, cuidadoras, voluntarias, enfermeras, cirujanos, grupo de fans y donantes de la comunidad de Love Without Boundaries. Todos ellos consideraron su vida valiosa, le ofrecieron los cuidados que la mantuvieron viva, y  nos dieron una hija. Estamos repletos de gratitud y simplemente esperamos que, para devolver lo dado, podamos luchar para ayudar a otros pequeñines sin familia.

El amor sólo nos pide simples y firmes sies. Sies que requieren que vayamos más allá de nosotros mismos.

Y para tí y para mí, para nosotros que seguimos a LWB en las redes sociales, hilvanemos nuestras vidas con las de los pequeños a los que ayudan mientras esperan. Veamos qué niños necesitan padrinos para ser operados y padrinos para ayudarles a costear su estancia en las casas de curación, o ayudemos a reescribir la historia de una familia necesitada a través de los Fondos de Unión. Entonces, hablemos de los niños, donemos, prestemos nuestro tiempo y trabajo, adoptemos.

Dejemos que el amor empiece con nosotros.

~Rebecca Radicchi

*Gracias especiales a nuestra amiga Kelly Wilson, voluntaria de LWB y defensora de la adopción.

1 comentario:

Anónimo dijo...

PRECIOSO!

LUCHEMOS POR ELLOS POR LOS NIÑOS!!

QUE NADIE TIRE LA TOALLA por más duro que sea ELLOS LO TIENEN PEOR.

UN ABRAZO

Manuela