Matteo, una historia de adopción

Adoptamos a nuestro hijo Matteo, de Fuyang, en febrero de 2015 cuando tenía 28 meses de edad.

Al principio, mi marido y yo no nos poníamos de acuerdo en el nombre, pero cuando supimos que su nombre en Love Without Boundaries era "Matt", hallamos nuestra inspiración. Como ya había dos Matthews en la familia, elegimos Matteo y decidimos que le llamaríamos Matt para acortar, pero los únicos apodos que parecen quedarse son "Teo" y el chino "Tao Tao". Esta es la historia de cómo nuestro hijo nacido en China y adoptado por una familia polaco-americano-alemana, recibió un nombre italiano.


Matteo nació con una fisura labio-palatina y con una hernia inguinal. Love Without Boundaries sufragó las operaciones tanto de sus fisuras como de su hernia cuando tenía cinco meses, y lo cuidaron en la Casa de Curación de Anhui antes y después de ser operado.

Tuvimos la oportunidad de visitar la casa de curación en Hefei y de darle las gracias a la cuidadora que estuvo con él en el hospital mientras se recuperaba de sus operaciones. Después de ver cuánto dolor ha tenido cuando le operaron el paladar aquí en casa, en Minnesota, me siento aún más agradecida si cabe porque nuestro hijo tuviera a su lado a alguien que le quiso y le cuidó cuando estuvo en el hospital por primera vez.

 

Conociendo a la cuidadora de Matteo en la Casa de Curación

Más adelante Matteo dejó la casa de curación y entró en el programa de acogida familiar de LWB en Fuyang, donde vivió cerca de un año y medio hasta que lo adoptamos.

 

Matteo en acogida en LWB

Cuando estuvimos en China visitamos a la familia de acogida, y eso es una experiencia que siempre atesoraré. Le prepararon tan bien como pudieron para su adopción, teniendo en cuenta su edad, y estamos convencidos de que su fácil adaptación a nosotros ha sido gracias a su familia de acogida. No dejo de pensar ni un solo día que Matteo se ha adaptado tan bien y es el niño feliz que es por el cariño y los cuidados que recibió de sus padres de acogida.

 

Matteo con su madre de acogida

Durante toda nuestra formación pre-adoptiva, en todos los libros y blogs que leímos, y en todas las conversaciones que tuvimos con otros padres adoptantes, nos estabamos preparando para ser padres de un niño institucionalizado. Y la realidad ha sido que hemos sido testigos de primera mano de la influencia tan positiva que una familia de acogida tiene en un niño. Los problemas de alimentación, la malnutrición, los problemas sensoriales, de establecimiento del vínculo, el no saber jugar, el reducido autocontrol... ¿Dónde están? No hemos visto nada de eso. Nuestro hijo sabía ser un niño, y lo más importante, sabía como querer y ser querido.

No obstante, nuestras primeras semanas juntos con Matteo no estuvieron exentas de retos. Como tuvo que separarse de personas a las que había querido mucho, tuvo un fuerte duelo mientras estuvimos en China. Yo también lloré muchísimo por todo lo que él había perdido, por su corazón roto y por su madre de acogida, que amó altruistamente a nuestro pequeñín y al que probablemente no vuelva a ver en la vida (aunque deseo con toda mi alma que esto no sea así). Yo soy ahora la madre legal de Matteo, pero durante nuestras primeras semanas como su nueva familia, él, casi a lo más que llegaba era a tolerarme porque sobre todo me rechazaba. Sólo tenía ojos para su nuevo padre.

Y aún así, gracias a que le habían querido, sabía lo que era querer. Y, ufffff, nunca dirías si nos vieras hoy que hubo un momento en el que yo no le convencía. Se me sienta en el regazo cuando le leo un cuento, me besa cuando le arropo por la noche y me busca para que le consuele cuando tiene miedo o le duele algo.

Desde que hemos llegado a casa en St. Paul, Minnesota, en febrero, Matteo se ha integrado en nuestra familia de un modo que parece que siempre ha estado con nosotros. Se lleva fenomenal con su hermana de tres años Kiera (adoptada a la vez que Matteo en Shenzhen, Guangdong) y con su hermano Oliver de 5,5 al que sigue a todas partes. Está encantado con todo lo que hacemos y yo estoy muy feliz de que tenga hermanos mayores a los que imitar.

Matteo es un niño realmente feliz que adora la vida. Puede que en las fotos salga serio, pero es de sonrisa rápida. Saluda a las visitas y a los amigos con un gran movimiento de mano y sonríe y nunca se olvida de decir adiós cuando se van. Es el típico niño, adora los coches y los camiones, le encanta jugar en la arena, apilar bloques, que alguien le lea cuentos, jugar en el jardín, montar en triciclo y bailar.

Al mes de llegar a casa le operamos de su fisura palatina (pero lamentablemente es muy probable que necesite otra operación en otoño.) Hemos descubierto que también tiene una perdida conductiva de la audición de nivel moderado y ha tenido que llevar drenajes timpánicos. Con su audición recuperada, tenemos muchas ganas de oírle pronunciar sus primeras palabras. Pero incluso cuando aprenda a hablar, sabemos que nos quedan años de logopedia por delante. La única sorpresa médica es que necesita gafas. Y pensamos que está adorable con ellas!

Pensamos que nunca podremos agradecer lo suficiente a la familia de acogida lo mucho que quisieron a Matteo, como si fuera su propio hijo y haciendole sentir uno más en la familia hasta que tuviera la suya propia y para siempre. Nos sentimos muy honrados por poder ser sus padres y quererle tan profundamente.

~Kirsten Partenheimer escribe blogs sobre adopción y sobre su vida familiar en Talkin’ ‘Bout the Next Generation.