No solo tenía Flora atresia anal sino que además había nacido con una atresia esofágica completa, una condición mucho más compleja. La atresia anal era la preocupación más inmediata y por eso los médicos la operaron enseguida.
Después de la primera fase de la operación para corregir la atresia anal, Flora tuvo que respirar con la ayuda de un ventilador. Nos preocupaba que no tuviera siquiera la fuerza para recuperarse de esta primera operación y mucho menos aguantar la de la atresia esofágica.
A los niños que nacen con atresia esofágica, que se da en 1 de cada 4.000 nacimientos, lo que les sucede es que la parte superior del esófago no está conectada con la parte inferior, haciendo que el tragar y el comer sean algo difícil si no imposible. Esta condición es casi siempre fatal si no se corrige.
El Hospital Infantil de Boston tiene una página con mucha información y un breve vídeo sobre esta condición que puedes ver aquí (en inglés) http://www.childrenshospital.
Las complicaciones que pueden surgir con una atresia esofágica incluyen el aspirar líquidos o saliva y que entren en los pulmones. El tubo que podéis ver en la boca de Flora es para que le succione la saliva de forma constante y que no se atragante. Le dan de comer de dos formas, por sonda nasogástrica que le lleva la leche de fórmula directamente al estómago y por vía intravenosa que le proporciona nutrición suplementaria.
Flora ha demostrado ser una pequeña guerrera y ha sobrepasado nuestras expectativas! Tan pronto como crezca un poquito más y esté más estable, podrá ser operada de su atresia esofágica, una operación que será algo compleja. De momento duerme pacíficamente y con tranquilidad en su incubadora, poniendose más y más fuerte cada día.
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