Especial padres

En Estados Unidos celebran el día del padre y ya sea allí, como aquí, es un día en el que muchas personas recuerdan a sus padres. Muchos otros padres tienen la suerte de poder pasar el día rodeados de sus familias, creando recuerdos que quizá duren en la memoria de sus hijos. Ser padre es un privilegio que merece poder celebrarse.

Como miembro de la Junta Directiva de LWB, he tenido la suerte de poder saber de un buen número de hombres que me han mostrado lo que realmente significa ser un padre. Estos hombres han sacrificado de forma altruista sus propias vidas a cambio de las vidas de sus hijos. En Love Without Boundaries queremos celebrar a estos padres que han tocado nuestros corazones por el modo en que quieren a sus hijos.

Muchos de vosotros recordaréis a Harley y James, los gemelos siameses que fueron separados quirúrgicamente a principios de 2016 gracias a la generosa ayuda de nuestros donantes. Cuando nacieron, el padre debió quedar sobrepasado cuando pensara en el futuro que les esperaba. ¿Tendrían lo suficiente para alimentar, vestir y educar a los gemelos? ¿Cómo iban a poder costear el exorbitante precio de la operación que les salvaría la vida?

Es triste pero es muy probable que la decisión de abandonar a sus hijos a las puertas de un orfanato se le pasara por la mente. Pero no fue así y buscó el modo de conseguir la ayuda que sus hijos necesitaban. Gracias a ello sus hijos están ahora recuperándose y en los brazos de su madre y de su padre.

También nos acordamos de Samuel, el niño de la Planicie Tibetana que nació con una fisura labio-palatina. Samuel no podía ir al colegio por tener la fisura labial y la operación para cerrarla era demasiado cara para esta familia cuyos ingresos eran muy escasos.

Este padre supo de los Viajes Médicos de LWB y decidió que su hijo tenía que ser operado como fuera. Cuando tuvieron que viajar miles de kilómetros desde el Tibet hasta Kaifeng, el padre no se amilanó y encontró la forma de hacerlo. Samuel fue operado muy bien por los cirujanos que donaron sus habilidades y experiencia para ayudar a los demás.

¿Y Laurel? Laurel también es de la Planicie Tibetana y también vienen de una familia con muy pocos recursos. Laurel nació con una malformación gastrointestinal que fue operada cuando tenía 18 meses. Desafortunadamente esta compleja operación se la hizo un cirujano sin experiencia y la dejó con muchas complicaciones y un dolor insoportable.

Cuando su padre supo de nuestros Fondos de Unión y de la posibilidad de que LWB ayudara a su hija, habría movido montañas para contactarnos. De hecho, es lo que hizo. Bueno, no movió montañas pero sí las cruzó. Laurel y su padre salieron de casa y tuvieron que escalar literalmente una montaña para llegar a la ciudad más cercana donde pudieran coger un tren hacia Shanghai. Laurel fue entonces operada y mientras se recuperaba vivió con su padre en la Casa de Curación Loving ARMs.

Ambos pudieron finalmente partir de nuevo hacia su casa para empezar una nueva vida sin dolor para Laurel.

A nivel personal, puedo identificarme con cada uno de estos hombres y con su deseo de dar a sus hijos el mejor cuidado posible. Mi esposa Lauren y yo tenemos ocho hijos. Cuatro de ellos son biológicos y otros cuatro son adoptados en China. Patrick, uno de nuestros hijos adoptados, vino a nosotros con una cardiopatía congénita muy compleja.

Sabíamos que para que Patrick sobreviviera necesitaría una operación de corazón muy complicada y que se la hicieran nada más llegar a casa. Afortunadamente no tuvimos que escalar una montaña pero en noviembre de 2015 le llevamos a Boston donde un habilidoso grupo de profesionales médicos le practicaron una operación de 13 horas y le dieron a nuestro hijo una nueva vida. Cuando le estábamos adoptando Patrick no podía subir las escaleras y cruzar siquiera la habitación sin quedarse sin aliento. Ahora adelanta corriendo a sus hermanos y hermanas mientras ríe y sonríe.

¡Celebro a los padres del mundo!

~Jason Ayres sirve a los demás en la Junta Directiva de LWB.