Cada oportunidad que tengas de marcar la diferencia en este mundo y que no hayas aprovechado, es una pérdida de tu tiempo en la Tierra. ~Roberto Clemente
En los trece años que han pasado desde que LWB se convirtió oficialmente en una organización sin ánimo de lucro, hemos tratado de marcar una diferencia en el mundo, un niño cada vez.
Un niño y después otro niño y después otro niño más...
En trece años, la cuenta se alarga y hace que hayan sido muchos niños los ayudados!
Gracias a todos vosotros, miles de niños han sido ayudados y a su vez, han tocado las vidas de los que tienen alrededor. Este efecto onda expansiva es muy poderoso y alucinante, si te paras a pensar en cómo el hacer algo para transformar la vida de un sólo niño puede cambiar el mundo.
Es gracioso lo mucho que puede pasar en un año. El año pasado, cuando celebrábamos nuestro duodécimo aniversario, nuestro foco y nuestro objetivo estaban puestos firmemente en China. Ahora queremos
Hacer honor a nuestro nombre -Amor SIN Fronteras- y explorar el modo de ayudar de otras formas, en otros países.
Nuestra CEO Amy Eldridge, estuvo en África hace un par de semanas buscando formas de asistir a los niños de un pueblo remoto en Uganda. Tenemos muchas ganas de que nos cuente a todos qué es lo que ha visto allí y en qué formas se podría trabajar para ayudar a peques como esta lindísima niña y a sus amigos y familiares.
Algunos piensan que el trece es un número de la mala suerte, pero nosotros vamos a elegir creer justo lo contrario -que este año trece que empieza va a ser nuestro año más inspirador y emocionante.
Desde lo más profundo de nuestro corazón os damos las gracias por estar junto a nosotros y por pensar que
Cada Niño Cuenta.
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